Entrevistamos a Ana Isabel de Andrés, farmacéutica y cosmetóloga, directora técnica de Amapola Biocosmetics y creadora de la marca. Se describe como una amante de la naturaleza, cada vez más atraída por ella, y piensa que el trabajo no debería ser una cosa diferente a la vida. Es por ello que transformó su pasión en su profesión. Les preguntamos más cosas para saber cómo ha sido el camino que la ha llevado hasta aquí.

¿Cuándo empezó tu pasión por lo natural?

Mi pasión por lo natural empezó terminando la carrera de Farmacia, ya tenía la formación sobre Botánica, y teníamos unas asignaturas al final de la carrera que eran Farmacognosia, las propiedades de las plantas medicinales, y a partir de ahí empecé a investigar este campo de plantas medicinales y a interesarme por los remedios que nos ofrece la naturaleza.

¿De cuál de vuestros productos estás más orgullosa?

De todos los productos se está orgulloso y son como hijos y a veces es difícil escoger a quien quieres más pero por el reto que supuso para mí como profesional y como formuladora creo que es de la línea solar de los productos que estoy más orgullosa. De los protectores solares, del de media y el de alta, porque realmente supuso un reto formular un producto ecológico, que no llevara filtros químicos, que fuera eficaz y que no tuviera ningún ingrediente tóxico. Entonces sí que estoy muy orgullosa de todos la línea de productos solares.

¿Qué producto recomendarías a alguien que nunca ha probado cosmética natural y
ecológica?

Pues para alguien que no haya probado nunca la cosmética ecológica le recomendaría una crema facial porque yo creo que es donde más van a notar la diferencia entre aplicar un producto basado en ingredientes químicos sobre la piel o un producto basado en aceites vegetales. Realmente la piel es como un segundo estómago, es un órgano de absorción muy grande, y no es lo mismo darle a comer sustancias químicas que verdaderos nutrientes. Y en la piel del rostro esto se nota muchísimo.

Es una buena recomendación. Y para los que quizás no lo saben, ¿por qué se le llama ecológico?

Pues se le llama ecológico porque realmente contiene en su composición un porcentaje elevado de ingredientes que proceden de cultivos ecológicos. Esto depende mucho de las certificadoras, porque en principio tú puedes poner ecológico en el envase aunque lleve un 1% o menos de ingredientes ecológicos pero si tú tienes un sello que te avala en certificación ecológica esto está regulado por los protocolos. Nuestro sello de certificación es Vida Sana Bioinspecta para poder poner en el etiquetado que es un producto cosmético ecológico tiene que llevar un 90% o más de ingredientes ecológicos; si no sería un producto cosmético natural con un X%, el que sea, de ingredientes ecológicos. Realmente en esto somos estrictos y lo que te da la garantía realmente es el sello de certificación, porque si nosotros no tuviéramos ningún sello de certificación podríamos poner lo que nos diera la gana y no pasaría absolutamente nada.

¿De dónde vienen los ingredientes de vuestras formulaciones?

Los ingredientes de nuestras formulaciones proceden en su mayor parte de cultivos ecológicos. Son aceites vegetales, son aceites esenciales, que se destilan de plantas aromáticas, y dependiendo dónde se produzca la planta pues de ahí procede nuestro aceite. Quiero decir, hay plantas que se producen de forma natural aquí en España, en toda la zona del Levante, por ejemplo, todas las aromáticas, la lavanda, el tomillo, todo el aceite de oliva. Pero hay otros aceites que son más específicos que son de una zona determinada del planeta, como por ejemplo el aceite de argán que solo se da en una zona muy concreta, como Marruecos. Hay otros aceites que son muy de aquí: el de oliva, el de aguacate, el de almendras. Pero también los hay exóticos como el de argán u otro que utilizamos que es el de burití que procede de un fruto de la selva amazónica. O la manteca de karité que es africana. Depende un poco del ingrediente.

¡Qué interesante ver de dónde vienen los productos! ¿Cuáles son los planes de futuro próximo para Amapola Biocosmetics?

El plan de futuro próximo es seguir creciendo , seguir creando nuevas fórmulas saludables para tratar todos los tipos de piel y seguir promocionando la cosmética natural y ecológica por encima de todo. Tratar de que cada vez haya más consumidores que elijan cuidarse la piel con verdaderos nutrientes y no con sustancias químicas tóxicas.

Nos parece un gran plan. Amapola, una bella flor, ¿por qué la escogiste para el nombre de la marca?

La elección del nombre de la marca fue muy sencilla, porque yo quería desarrollar el proyecto en un entorno rural, en Segovia y esa es una zona de tierra de campos donde el amapola es una de las plantas medicinales más representativas de la zona y tiene un mensaje muy potente porque es roja y es muy llamativa. Y también contiene en su palabra la palabra ama que me apetecía mucho incorporarla. No me pude resistir a este nombre.

Un motivo muy bello. Ya nos imaginamos esos campos preciosos llenos de amapolas. Explícanos algo que recuerdes con cariño de vuestros inicios.

De nuestros inicios tengo muchos recuerdos muy bonitos, pero me quedo con uno en concreto cuando empezó el proyecto era un proyecto de autoempleo, yo trabajaba sola y una de las cosas que más me gustaba hacer era ir a recolectar las plantas, algunas de las plantas que utilizábamos las recolectábamos. Y me llevaba mi abuela conmigo para que me ayudara en la recolección y realmente tengo muy buen recuerdo de esto, mi abuela y yo recolectando hipérico por las tierras segovianas para hacer el aceite que luego incluimos en las formulaciones.

Hipérico recolectado en Segovia por Amapola Biocosmetics

Pues sí que es un recuerdo bien bonito. ¿Qué o quién te inspira para crear nuevos productos?

La inspiración la encuentro en la naturaleza, muchas veces dando un paseo por el bosque, meditando también, es cuando me vienen ideas que luego se transforman en realidades. También me inspiran los clientes, que realmente son los que me dicen “necesito este producto” o “podrías desarrollar algo en este sentido”, eso también es una fuente de inspiración. Pero sobre todo la naturaleza, lo vivo de las plantas.

¿Qué otras cosas te encanta hacer?

Pues me encanta pasear por el bosque, meter los pies en el agua del río incluso en invierno. Me gusta mucho respirar y oler la naturaleza, el bosque, o un día de lluvia. Y también me gusta mucho cantar. Y meditar también.

Podemos sentir esa sensación de contacto con la naturaleza gracias al mensaje que nos transmites. ¿Qué consejo le darías a tu yo cuando empezó con este proyecto?

Esta pregunta es bien difícil porque claro, ya han pasado quince años desde que mi yo empezó con el proyecto y realmente le daría el consejo de la paciencia, del trabajo y de la insistencia, de continuar paso a paso y tampoco esperar grandes frutos en un principio, si no ir haciendo el camino poco a poco.

Hacer camino al andar… ¿Y tú, cuál es el mejor consejo que has recibido?

Pues el mejor consejo que he recibido yo creo que es el de sé honesta con lo que piensasy con lo que haces, sé coherente y no caigas en mentiras. Creo que esto me ha servido y lo he tenido muy presente durante toda mi trayectoria tanto profesional como personal y creo que funciona muy bien porque luego vas recogiendo los frutos de tu honestidad.

Pues nos parece totalmente cierto que las semillas que has plantado han dado unos frutos dignos de admiración y que todo tu amor por la naturaleza se desprende de los productos Amapola Biocosmetics. Muchas gracias, Ana Isabel.